Sinopsis:
Andrés es graduado, exitoso y tiene una compañía de idiomas.
Andarían
es modelo, fiestero, carismático, alegre, deportista y vive solo para gozar la
vida junto a su polo opuesto y amor de su vida, Andrés. haciendo de ellos una
pareja… que jamás se termina por conocer.
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P.O.V.
ANDRÉS:
Hacía
ya 30 min que llevaba viéndolo dormir a mi costado, desaliñado, poco ordenado
en el acómodo de su cuerpo y mientras le oigo balbucear alguna idiotez mientras duerme, sonrió y me
pregunto ¿Cómo puede él esconder todo eso?
-Adrian,
llegas tarde – Recordé ese dialogo de horas antes, viéndolo entrar a casa
sonriendo.
-¿Sufriste
mucho por esos minutos de mi ausencia?
-
Claro que no, es solo que la puntualidad debería formar parte primordial de tu
persona al desarrollar tus actividades.
-
Así como el “mas vale tarde que nunca”
Me
arrojó la chaqueta. Si, era Viernes por la noche… se había vuelto ritual estas
salidas para iniciar con todo el fin de semana.
Como
siempre, Adrian asistía a los bares con un look sofisticado, elegante un tato
conservador que no desempatara con mi moralista presencia, no, no es que yo
fuera un moralista, es simplemente que solía ser amante de la cultura mas
aliada a los buenos modales, buen vestir y buen hablar…
Como
cada noche, yo le acompañaba… más que ir juntos a pasarla bien, el salir a esos
sitios era para complacer su ímpetu aventurero y divertido…
Pasé
la noche vagando, era un bar nuevo, lleno de detalles que me hacían no percibir
las horas, tampoco el percibir que me había alejado mucho de su lado.
Maldije
ese momento en el que sentí un tirón por el brazo y entre el asombro y la
rapidez que me obligaron a deslizarme entre las oscuras luces neón de un
pasillo… me vi de frente a dos rostros sin buenas intenciones.
-¡Un
chico calvo me ha cautivado…! – escuché ese comentario aludido a mi cabeza
rapada.
-¿Quienes
son, que quieren? – fue inevitable no tropezar con ese cliché en situaciones
como esas…
-Diversión,
hermoso… diversión. – Uno me sujetaba por la espalda y el otro me miraba
lujuriosamente por cada rincón de mi cuerpo. Entré en pánico intentado
vanamente soltarme ¿Gritar, él me escucharía? No, todo sería en vano. Mi camisa
blanca fue salvajemente jalada, arrastrando con la intensidad la mitad de sus
botones y dejando mi abdomen desnudo.
Sobra
decir el conjunto de palabras prohibitorias que liberé de mi boca, antes de
sentir el primer indeseable contacto. Las manos ásperas de mi agresor en mis
caderas y su rostro aproximándose hacia mi cuello me tenían sumido en un
palpitar temeroso… cuando…
-¡¡¡DEPRAVADAS
ESCORIAS!!!
Le
vimos aparecer, saliendo por la puerta de emergencia hasta el callejón en que
me tenían.
Su
cabello desaliñado, su rostro fiero, su camisa abierta y los puños fuertemente
cerrados. Avanzó con intención de todo y le atacaron con la misma idea…
Grité
su nombre al percibir armas blancas con los agresores y grité su nombre cuando
los vi caer uno a uno y a él, victorioso, correr hacia mí para abrazarme.
-
Me descuidé, lo siento… - Le dije a sabiendas que él siempre me aconsejaba no
separarme demasiado de su lado.
-
Y yo te descuide, Perdóname, Andrés.
Levantó
mí mentón y tras contemplarme la mirada, me besó y le correspondí mientras
buscaba refugio en el calor de sus besos, de su amor.
El
sonido del despertador me volvió de mis recuerdos…
-¿Qué
hora es, Andrés?
-Pues,
15 a las 12 según el despertador que programaste.
-QUEEEEEEEEEÉ?
– Se enderezó tomando el reloj de la mesita de noche – Cabrón, no voy a llegar
a mi clase de inglés.!!
-Desde
cuando me llamas tan feo.
-¡¡Heeeee!!…. No, no - me tomó por las mejillas – fue una exclamación,
jamás te llamaría así.- Concluyó efusivo y apresurado. Sonreí, sabía que decía
la verdad pero por alguna razón mis bromas pasaban desapercibidas para él.
-Está
bien, yo te llevo… vamos.
-
Waaaaa… eres tan adorable que si un día decidieras dejarme, soy capaz de hacer
una locura.
-
¿Una locura? – Me reí poniéndome en pie.
-
Soy capaz de tirarme de arriba de la casita del perro, y si después de eso
sobrevivo, me ahorco con un fideo hervido...
Ahí
solté mi primera y rutinaria carcajada de la mañana.
-
¿¿¿De que te estás riendo???......¡¡ Estoy hablando enserio........ !!
(UNA HORA Y QUINCE MINUTOS DESPUÉS)
-Una
hora en este tráfico para llegar a tu clase de ingles. – Dije azotando mi mano
ligeramente sobre el fleco de su gorra.
-
No importa, podemos practicar mi inglés cantando.
-
¡¿Un casette?! – Reí seguidamente. – Te he dicho mil veces que pruebes OPEN
ENGLISH, podrías estar practicando tu inglés con profesores americanos y todo
por internet.
-Pero
quien necesita eso – afirmó poniendo play al estéreo he iniciando una playback
que me hacían reafirmar lo infantil que era.
- The book on the table, table, table, table…. The
books on the table…
Si,
así era Adrian, siempre escondiendo esa varonilidad abrasiva bajo un disfraz de
un idiota adorable y divertido.
Si,
así es él, el hombre al que le di el “Sí”, al que le entregué todo de mi, el
que anoche me mostró, su verdadero hombre interior.
*.:。✿*゚‘゚・✿.。.:* *.:。✿*゚’゚・✿.。.:* CONTINUARÁ *.:。✿*゚‘゚・✿.。.:* *.:。✿*゚’゚・✿.。.:*
By: Orgen Sakuhai Kasou.
04/09/2012
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ResponderEliminarFUE MUY POCO, FUE MUUUY POCOOO, NECESITO MAASSS... NECESITO MAAAAAASSSSSS XD
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