Mi convivencia con ellos estaba basada en amistad y excesos,
realmente eran diversión garantizada.
En cuanto a lo musical, constantemente cometía errores, pero
es que verle allí, coquetearle a la nada descaradamente mientras canta con una
pasión inexplicable, era realmente una tortura a mis sentidos…
Decidí tener novia en base a “Un clavo saca otro clavo”
Me acababan de presentar a “Dueña” una voluptuosa y
atractiva mujer que despierta el deseo de quien la viese y no al mucho tiempo
le propuse entablar una mejor relación entre nosotros.
Un mes después de que me diera el “sí” ya me acostaba casi a
diario con ella, pero eso no me calmaba los deseos, no importa que lo
hiciéramos mil veces yo sabía que solo él sería quien aniquilara en su
totalidad ese martirio.
Pasados los meses, entre ella y yo todo parecía irse
descomponiendo. La noche que pensaba en ello, me llamó Jimmy y acudí lo más
rápido posible a encontrarle puesto que se escuchaba desconsolado, en cuanto
llegué ante él, se me echo a los brazos, su actitud me hizo pensar lo peor…
-¡¡¡¿Qué ha pasado...Jimmy?!!!…le cuestioné con temor a lo
que me pudiese decir.
-Es Susan…creo que me dejará… ¡No quiero!
Sus palabras me dieron algo de tranquilidad y suspiré.
-¿Y por esa ramera lloras y te emborrachas? en verdad que tu
idiotez no tiene limites.
Mientras le
reprendía, me percaté de una yaga que, lastimera, estaba obvia en su mejilla…
-¿Qué te pasó en el
rostro? –Levanté su mentón para
examinarle y seguir cuestionando - Esto esta echo con un cigarrillo ¿fue ella,
cierto?
-¡Aah!…no, fui yo!
-¡No me quieras ver la cara de pendejo, yo sé de lo que esa
mujer es capaz!
Agachó la cabeza, ya no eran necesarias más palabras. Noté
el aroma tan desagradable que decoraba una escena patética, dónde alcohólicos
sin remedio y la pocilga que los albergaba, fue lo primero que quizá él
encontró en su camino. Un cuadro sin duda de lo más decadente, no me hubiese
imaginado a Jimmy jamás en un lugar así, de inmediato lo llevé a mi casa dónde un
balcón amplio por el que se suele ver la luna y el cielo en todo su esplendor,
y dónde teníamos la costumbre de sentarnos a aligerar nuestras penas platicando
entre nosotros… me hizo contemplarle, tomó asiento en el gélido suelo de forma
devastada, esa imagen me creó una profunda tristeza de ese corazón que Jimmy
poseía, tan frágil y lastimado.
Hacía frío, así que le arrimé una cobija de lana y lo arropé
lo mejor posible, me senté frente a él y comencé a curarle las quemaduras mientras
guardábamos silencio, sabía que si él quería contarme lo sucedido lo haría por
si mismo sin que yo lo obligase… y entonces comenzó.
- Néstor…
- ¿Mmm?
- Amo a Susan, es
apasionada, es divertida…pero lamentablemente no es mujer de un hombre ni
tampoco es saciable, todo lo que le he dado es amor y no tengo más para
ofrecerle, ya no sé como retenerla, ya no sé que más decirle… siempre que la
veo son gritos, reclamos y todo eso tiene sumido en lo profundo mi ímpetu por
la vida. Le he llegado a amar tanto que dejé me restregara a uno de sus tantos
amantes y después besar mi boca.
Iluminadas por la luna, comenzaron a rodar las lágrimas una
a una como simulando un suicidio y me apuré a abrazarle para no ver tan lúgubre
panorama…luego de un rato pesadamente melancólico se rió al momento que me
empujaba de su lado…
- ¡Quítate que siento raro que me estés abrazando así!
- Pues vete acostumbrando
porque como lo veo lo voy a estar haciendo seguido.
Secándose la cara con la cobija y entre lastimeras risas me
informó.
-Kastronovo quiere vernos mañana en Nocturna
-¿Para qué? mañana es Lunes y ese día nunca nos hemos
reunido
- Mmm… ese güey ha de
estar tramando algo.
- Jajaja… tienes razón Jimmy, vayamos a dormir porque mañana
tengo examen y tengo que llegar temprano. Te prepararé la otra habitación.
Me puse de pie y al dar los primeros pasos la mano de Jimmy
se sostuvo de la mía deteniéndome, volteé y se colocó, en pie, frente a mí.
- Néstor eres un gran amigo, te lo agradezco infinitamente,
gracias a ti no hice una tontería y podré ver la luz de un nuevo día.
- ¡Idiota…!
Nos dimos un fuerte abrazo y nos fuimos a descansar
tranquilos, pero…ya eran bastantes las humillaciones que mi amigo había
recibido por lo que mañana yo tenía que hacerle una pequeña visita a esa perra…
CAPITULO III...
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