sábado, 18 de octubre de 2014

Trágico ballet…IX

Ese día  por la noche me dirigí a Volcolak (se trata de un clan al que pertenecemos los trágicos esta formado por pocos miembros pero llevamos tiempo de conocernos y siempre podíamos contar con ellos) las ilusiones de Volcolak siempre a sido llegar a ser una gran cofradía pero yo temía por eso puesto que cuando el grupo crece te es casi imposible entablar correctamente un lazo de fraternidad entre los miembros.
Cuando llegué había sólo un par de camaradas…uno de ellos se me acercó y comenzamos a platicar del porque mi semblante depresivo, y me dijo:

-Hermano…tal vez hago mal pero tu imagen esta limpia ante Kastonovo.

Hice un gesto de indiferencia e interrogante…

-¿Por qué lo dices? Explícate.

-Él también vino al medio día, cosa que nos sorprendió a todos los que nos encontrábamos en ese momento, puesto que sólo se dejaba ver acá de noche… Pero ese no es el punto, la sorpresa sin duda la llevo su novia, quien se besuqueaba con un pendejo que ahora consideramos un traidor al clan.

-¡¡ ¿Cómo?¡¡

-Todos los presente le abrimos los ojos y comentamos de tantas otras ocasiones que ella lo hizo con otros hombres…fue doloroso para él y para nosotros pero…

No terminé de escucharle y salí corriendo en busca de Kastronovo… Estaba seguro de que se encontraría destrozado.

Debía de sentirse usado, la burla de todos. Y yo sentía la necesidad de estar a su lado así que lo busqué en los lugares que solíamos visitar e incluso fui a casa de Dark y Jimmy los cuales después del tiempo transcurrido no me cuestionaron nada.
Dadas ya casi las 4 de la madrugada me dirigí exhausto a casa y sin resultados… *¿Dónde estás?*  No dejaba una y otra vez de preguntarme con la angustia tragando la calma dentro de mí.

Regresé a mi casa. Caminé por los pasillos, del edificio, sosteniéndome de la pared a causa del cansancio y al doblar al pasillo que dirigía a mi departamento, allí estaba él… Al pie de mi puerta, acurrucado en el suelo, me quite mi chamarra y corrí a cubrirlo, al sentirme despertó…

-¿Por qué estás en la calle tan noche?

Me lo dijo con voz ronca mientras tallaba sus soñolientos ojos. Entramos al departamento, yo lo sostenía por los hombros de manera que no fuese a tropezar con algún mueble. Al intentar encender la luz sujetó mi mano:

-No… no la enciendas…solo abre las cortinas para que la claridad de la noche entre por
el balcón.

Lo tenía tan pegado a mi cuerpo, tan necesitado de cariño, me sujetaba la mano, sin embargo… debía de contenerme.

Estuvimos unos minutos sin decir palabra, él permanecía de pie cerca de la puerta y al no poderse reprimir más gritó una grosería (que jamás le había escuchado) pateo una vitrina que tenía a la entrada, logrando romper los cristales y parte de lo que en ella guardaba. Me apresuré a abrazarle para impedir un segundo impacto y que resultase herido.

Me abrazó fuertemente y comenzó a llorar desesperado, mientras maldecía los problemas que acababan con la banda, las traiciones de los que se decían sus “amigos” y lo que mas me dolía era que decía despreciarse a si mismo.

-Escúchame Kastronovo…- Le dije con determinación- lo que te voy a decir es realmente sincero. Se que de tu parte no puede ser pero yo… yo quiero que tú lo sepas para que pueda estar tranquilo sabiendo que te lo he dicho.

Me espere unos segundos para retomar el aliento…nos encontrábamos sentados en el suelo, lo tenia acurrucado entre mis piernas y mis brazos con su cabeza escuchando los sonidos inquietos de mi corazón.
Levanto su rostro limpiando sin lágrimas.

-Néstor…eres un gran amigo y antes de que me lo digas quiero que sepas que ya comprobé que tu no…

Cubrí su boca puesto que sabía lo que diría y lo que menos deseaba era retomar ese tema.

-Olvida eso y escúchame… - Sí, había llegado el momento de que lo supiera, se volvió a acomodar en mi pecho, lo abracé mas y…  - Desde el día en que te conocí te tomé aprecio, y no me explico cómo ni por qué, pero el sentimiento y pensamientos por tu persona fueron en aumento y comenzaron a salirse de control hasta secuestrar mi corazón…

Sentí un leve movimiento…aun seguía junto a mi cuerpo eso me daba lugar y oportunidad para continuar tratando de usar las palabras más adecuadas a esa situación.

-Soy un hombre, lo sé,  pero también se que mi corazón no tiene sexo y por lo tanto no distingue de quien se enamora, mi corazón te ha elegido, se ha enamorado… TE AMO.

Incliné la mirada para verle pero noté que se había quedado dormido y lo abracé meciéndolo mientras que el que lloraba era yo.

-¡Estúpido! Por qué te duermes si me costó mucho decirte esto, por qué no te das cuenta que me traes loco y que sólo pienso hasta el desequilibrio en ti…


Lo llevé a mi cama y me puse a limpiar el desastre que tenía por falta de aseo desde hace unos días, terminé como a las 10:00 a.m. y me fui a dormir junto a él después de cerrar bien las cortinas y la puerta para dar una oscuridad artificial a la estancia y dormir lo que restaba del día. 




Continuará...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Trágico ballet…VIII

Los ensayos de la banda, y después de lo ocurrido, era normal que cesaran.
Constantemente Dark y Jimmy me buscaban pero me negaba y sólo me limitaba a escuchar silenciosamente los rumores entre las personas de lo que según ellos, pasaba en el Trágico ballet.

Dueña, una mañana, ya no estaba en mi casa… Se había marchado dejándome una nota de agradecimiento, pero no me importó, puesto que mi mente sólo se enfocaba en una sola realidad, sólo esperaría el tiempo suficiente para buscarle; en tanto, toleraría cada mirada y rumor en mi contra.
La escuela, el trabajo, los amigos, todo para mi quedó en último lugar y dejé como mi única compañía el licor.

Pasado dos meses pensé que era suficiente de esa pesadilla. De hallarme dormido entre botellas vacías observando como se acumulaba el polvo. Así que tomé una larga ducha al tiempo que despejaba de tantos pensamientos depresivos mi cabeza…me salí desnudo del cuarto de baño y me miré al espejo, causaba pena mi estado.
Busqué un pantalón de tela negra ligera y una camisa de terciopelo que me regalara Kastronovo en mi cumpleaños; me agrada mucho usar “minifaldas” sobre los pantalones así que busque la que mejor lucia. Cepillé mi cabello largo y lo recogí con una liga a la altura de la nuca, me maquillé y delineé cuidadosamente mis ojos, hacer todo ese ritual al vestirme me hacía sentir bien, tomé mi morral después de pintarme las uñas y colocarme una boina sobre la cabeza, abrí la puerta con la intención de ir a verle, pero toda esa determinación de la cual me había armado, desapareció en un instante ya que allí estaba él… parado frente a mi puerta, a punto de llamar a ella…

- Bue...Buenos días…

Fue un impacto verle tan de repente y al parecer él se veía igual de perturbado.

- ¿¡¡Kastronovo!!?

- Pensaba tocar la puerta con el pensamiento de que quizás no abrieses.

Respiré y tomé postura.

- Pasa…

- Gracias…

Cerré la puerta y el silencio parecía no caber en el departamento… Mi corazón temblaba y me preguntaba dónde había quedado todo el valor y determinación que había reunido hace unos instantes para ir a verle.

-Néstor… ¿Por que lo hiciste? ¿Porque quebrantaste mi confianza?

Se apoyó, de frente, hacia el cristal del balcón, y en su reflejo, se podía ver contener las lágrimas.

- Escucha…

- Y como un cobarde te desapareces sin más.

Dejé caer mi morral.

-Todo fue un mal entendido… Se que lo que viste me inculpa pero créeme que jamás me atrevería siquiera en pensar en afectarte de tal manera…Eres mi amigo.

-¡¡¡CALLATE!!!… Ella es lo que yo deseaba para compartir la vida.

Se viró apoyando su cuerpo de espalda al cristal, colocando sus brazos en su rostro…y sin más al tiempo que sus lágrimas, se dejo caer al suelo. Créeme que ya no me pude contener. Corrí llorando a su lado, lo sujeté e intenté levantarle.

-¡Ponte en pie… no te quiero ver así!

Me arrojó.

-Si no querías verme así, ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué te revolcabas con ella?... Y yo… yo me negaba a creerlo porque para mi tu no eras capaz de eso…

-¿Y porque dejaste de creerlo? ¿Sólo porque tus ojos te engañaron?  - Pregunté ahogándome entre sollozos…

Nos miramos, y le dije con toda la sinceridad que podía expresar en toda mi vida.

-Jamás eh tenido la intención para con tu novia, jamás me atrevería a dañarte…prefiero morir antes de siquiera pensarlo.


Eso fue todo y se marchó al concluir mis palabras.






Continua en Trágico Ballet IX... 

jueves, 26 de junio de 2014

Trágico Ballet…VII


Extrañamente recibí una llamada de la novia de Kastronovo y acudí una tarde a la cita que me había impuesto.
Siempre vi en ella a alguien tierna, en la cual se puede contar y realmente generosa…o quizás sólo era su modesto hogar, o la educación que parecía le daban sus padres, lo que me provocaba ese pensamiento.
Me ofreció una limonada y platicamos de tonterías que no venían caso. Su actitud me resultó extraña desde el momento de su llamada, sus padres trabajaban a esas horas así que estábamos solos y creí que debía ser un tema delicado. Me percaté que de su mano cayó un osito menor a unos 10cm por el cual se inclinó a levantarlo sin darme tiempo a hacerlo primero; la falda de encaje negro, tan pequeña que llevaba, revoloteó permitiéndome contemplar sus bien formados glúteos…Se percató de mi mirada llena de lascivia y pareció no importarle. La situación comenzaba a parecerme desesperante así que forcé  las respuestas.

-¿Para qué me has llamado?

Su mirada lucía sonrojada…era extraña. Yo no había convivido con ella mucho ya que realmente no era del tipo de personas con las que me gustaría tratar mas sin embargo no les corto el habla por tal motivo…

-Escucha…este… ¿recuerdas cundo te conocí?

-Si quieres sinceridad… ¡No, no lo recuerdo!

Usualmente me causa disgusto cuando la gente le da vueltas a un tema y eso me parecía que ella hacía, así que tomé mi abrigo y avanzando le dije:

-Si no tienes nada que decirme me marcho…

Corrió a detenerme sujetándome por el pecho…

- ¡NO! Escucha… desde que te conocí despertaste en mí una sensación de deseo y pasión, ahora quiero, antes de casarme, saber si la decisión que tomó es correcta o… eres tú con quien debo estar.

Su comentario me dejó estupefacto… ¿Cómo iba ella a quererme si jamás nos dijimos mas de un “Hola”?

- ¿Qué estupideces dices…? Déjame salir.

- ¡NO!

Me gritó al tiempo que me arrojó sorpresivamente al sofá… Estaba desconcertado; la vi trepar de manera veloz sobre mi cuerpo. Sus manos las llevó a hacia mi rostro. La sujeté para detenerla, y furioso le interrogué.

-¿Qué no lo amas?

-Tal parece que amo más a Néstor…

-¡¡Ni madres!!

Le dije, y al primer intento por incorporarme, me envistió con un salvaje y desesperado beso, acto seguido llevó mi mano a su trasero… **¡¡MALDICIÓN, MALDICIÓN!!**
Me repetía en la mente al momento en que mis ojos divisaron aquella figura tan deseada por ellos, bajo el dintel de la puerta. *-Kastronovo* Pronuncié su nombre con un fino hilo de voz, seguidamente sentí un fuerte golpe envestir mi quijada, proveniente de su puño. Al entornar mareadamente la vista hacía él, Dark y Jimmy le sujetaban.

-¡¡¡MALDITO PERRO, ERES UN HIJO DE PUTA, ¿Y ASÍ TE DECÍAS MI AMIGO?¡¡¡ BIEN SABÍA QUE ERAS TU QUIEN SE REVOLCABA CON ESA PERRA!!!

No sabía como explicarle; y aunque lo hiciera se encontraba demasiado alterado y era seguro que no aceptaría ninguna explicación. Ella se encontraba en silencio, pero de pronto se lanzó llorando a sus brazos pidiendo ser disculpada. Recibiendo un rechazo rotundo que desembocó en la salida furiosa de Kastronovo. Era tan lamentable aquella escena. Dark y Jimmy salieron tras él; Corrí para alcanzarles, sin embargo, el auto ya había partido. Escuché una risa a mis espaldas… y ahí estaba ella.

-¡¡Susan!!

-Jajajajaja… ¡¡Te dije que me vengaría y eso es lo que buscas cuando te metes conmigo
imbécil!!

-¡¡¡Maldita infeliz…!!! Tu tramaste todo esto…!!!

-Y aun no acabo…ya que sufrirás como nunca antes, “Trágico Ballet” sabrá lo que es el fracaso… jajaja

Sus palabras no me intimidaron en lo absoluto, en ese momento sólo existía un problema que recababa toda mi atención. Caminé sin rumbo fijo con una sola incógnita.

-¿Cómo lo reparo?...
 






Continúa en Trágico Ballet VIII

domingo, 20 de abril de 2014

Trágico ballet…VI



Nos miramos un segundo fijamente…no le reproché nada ni aclaré mis dudas, habían sido unos momentos demasiado difíciles los que pasé y no deseaba más. Ella lloraba desconsolada sin decir ni una palabra, quizás realmente tenía algo que le atormentaba o preocupaba o sólo era el remordimiento de sus acciones que revoloteaban amargamente en su interior. Ya habíamos sufrido bastante y pensé que una tregua con el dolor le permitirían a estas heridas dejar por lo menos de sangrar.

Mi día transcurrió como cualquier otro y al volver a casa pensé que ya no la encontraría,  me equivoque, la tenía frente a mi pidiéndome una disculpa y tratando de justificar sus actos. No comprendía como una mujer con su inteligencia tenía ese don de cometer tonterías.

Una noche, pensaba en Kastronovo de una manera lívida y la temperatura comenzó a elevarse rápidamente en mi, comencé a pasar mis manos por cada parte de mi cuerpo que asimilaba a alguien enfermo, con una temperatura al grado del delirio. Escuché la puerta abrir mientras me movía de un lado a otro en la amplia cama… y llegó ella.

-Mírate…estás muriéndote de ganas al igual que yo.

Me besó y le correspondí, sabiendo de antemano de sus últimos actos pero el éxtasis  me tenía ígneo entre las caricias, comencé a tocarla,  comencé a quitarle sus pocas prendas a esa exquisita y fogosa mujer. Sentía mi cuerpo quemarse. Yo deseaba sexo y ella me lo garantizaba, mas sin embargo, entre el calor de su lengua aluciné a Kastronovo y me deleite en exceso con ese pensamiento… Conforme las caricias aumentaban también el pensamiento de que era él al que tocaba deseosamente, pero la vi a ella y me alejé rápidamente.

-¿Que te sucede Néstor?

-Nada…¡vístete y sal de aquí!

-… Pero si lo deseas,  no pienso dejarte de esa forma

- Te lo diré por última vez y que te quede claro… ¡no te amo! lo sabes, como también tienes el conocimiento de que tu sentimiento hacia mi es reciproco. No te quiero lastimar porque te aprecio y tener sexo contigo sería faltarte el respeto ya que te he tomado cariño.

Me miró, como sabiendo que esto era lo último, y ante mis palabras se ruborizó y cubrió su cuerpo agachando la mirada. Quiso salir corriendo, al momento que la detuve, abrasé y besé sus cabellos… Se había quedado sin palabras, con el rostro avergonzado, pero tenía la necesidad de aquel abrazo.

- Sabes cuánto te aprecio a pesar de lo que hemos sufrido. Tengo la imperativa necesidad de saber porque sufres, para tratar de remediar de una u otra manera tu corazón… Mi dulce Dueña.

Comenzó a llorar…

- ¿Quién te hace daño?... ¡Dímelo!

…La tomé fuerte entre los brazos, nos recostamos en la cama y cuide de ella hasta que se durmió.

Topé por la tarde con Jimmy a quien le atormentaba el desdén de Susan y nos pusimos a beber juntos, cuando acordamos ya teníamos a Dark poet y Kastronovo acompañándonos, gracias a las redes  de comunicación, al parecer todos teníamos por que emborracharnos… Cabizbajos y sin expresión alguna pasamos el atardecer hasta que comenzamos a quebrar al silencio.

-¡¡¡PÚTRIDA VIDA¡¡¡¡

Exclamó Dark acongojado, prosiguiéndole Jimmy

-Pútrida, despiadada, ingrata, agresiva, insignificante…y..

Como cadena Kastronovo continuando el dialogo.

-Mendiga, puta, desgraciada etc…etc…etc.

Todos reímos sin ganas…y miré a cada uno de ellos con orgullo ya que no solo éramos una banda , éramos los mejores amigos, todos distintos pero con el mismo sentimiento dentro; allí estábamos como siempre en estas escenas: Jimmy tristeando y serio, atento a los libidinosos comentarios que pudiéramos hacer para sonreír al tomarles la gracia.

Dark: se dejaba enredar por las bromas aniñadas y simples, pero ingeniosas, de
Kastronovo, y yo flojito y cooperando. Entre todos logramos apaciguar la tristeza… Dark y Jimmy se marcharon y fue entonces que me lo dijo.

-Escucha… e decidido retrasar la boda.

Dijo ese comentario seriamente y aunque me fascinó esa decisión no me agradó nada su semblante.

-¿Por qué haces eso si te veías fascinado con ello?

-Están corriendo ciertos comentarios…

¿A que te refieres, que comentarios?

- No importan estoy seguro de que no son ciertos pero aun así la idea la traigo dentro al igual que la sensación del ¿si fuera cierto?...es por ello que decidí esperar sólo unos días más.

No hizo ningún otro comentario…tenía que hacer algo para que cambiara esa mirada perdida y esa infinita tristeza así que pensé que cualquier tontería estaría bien.

- ¿Sabías que Dark está saliendo con una chica y al parecer la aprecia bastante?

- ¡¡Naa!!… ¿quién es? ¿La altota de la última tocada?

El tema le llamó la atención así que continué…

-¿Recuerdas dos chavillas que siempre van juntas a las presentaciones?

- ¿Con una de ellas?

- Si…dice que se llama Yes

- Cual de las dos es ¿la china o la lacia?

- La china.

- ¿Néstor como dices que se llama?

- Yes.

- ¿Yes?

- ¡¡Yes!!

Y sonreímos estúpidamente…pero mi plan había resultado y comenzamos a bromear y a sacar de la nada una actitud positiva.
Recibí la visita sorpresa de Dark a la mañana siguiente y entre el desayunó me comentó acerca de lo que se rumoreaba últimamente y del como podríamos hacerle para reparar ese tipo de palabras.


Aparentemente la novia de Kastronovo lo engañaba con otro, se decía también que Susan atormentaba a Jimmy de una manera u otra…cosa que si creí cierta, una amiga de Dark y él planeaban un nuevo proyecto musical  que a Kastronovo no le agradaba…nuestros problemas comenzaban a afectar la banda. 



Trágico ballet…V


Transcurridos algunos días, aparte de la universidad había tomado la decisión de ocupar mas mi tiempo de manera de no verle tanto mientras pasaba por ese trance feliz de su boda y me inscribí en unas clases de inglés, así, entre ese curso, la universidad y el trabajo cesaron considerablemente mis encuentros con ellos.

Una noche, mientras realizaba una tarea de diseño gráfico, tocaron a mi puerta, se trataba de Dueña… Realmente me sorprendí puesto que ya iba para un mes que no teníamos contacto alguno.

Traía los ojos hinchados de haber llorado bastante, realmente lucía un aspecto terriblemente estropeado.

-¿Dueña, que te ocurre?

Le pregunté sorprendido de su estado y soltando una mochila que llevaba en sus manos me abrazó y sin dudarlo le correspondí….

-¿Por qué lloras? - Cuestioné mientas entrábamos al departamento y la llevaba al sofá sin dejar de abrazarla.

-¡Mi madre y mi padre han discutido fuertemente conmigo y me fui de casa!

- Pero….

- No quiero hablar de ello.

Me quedé a su lado hasta que se quedó dormida, debió ser el pleito demasiado fuerte para hacer que decayera de esa manera, y conociendo su carácter y fortaleza, me cayó de sorpresa su derrota.

Al día siguiente me pidió le dejara quedarse aquí y se lo permití y le concedí la habitación contigua a la mía. Entre ella y yo hacia tiempo que no ocurría nada, nuestra relación parecía estar acabada y seguíamos discutiendo, pero yo le había tomado afecto, yo la conocía como realmente era, como nadie jamás lo haría. Resultó entonces, que a los pocos días me di cuenta de que por las noches se escabullía y regresaba, en ocasiones, hasta el amanecer y eso me preocupaba hasta cierto punto. Así que una noche, intrigado, la seguí.

Caminó por unos quince minutos y se sentó a los pies de un monumento en el parque cerca de mi casa; le hubieras visto, se veía linda y dulce… Me gustaba su forma tan provocativa de vestir y de caminar que me preocupé mas de que siendo tan arrebatadora anduviera sola a esas horas… Cuando me disponía a ir con ella, un hombre llegó, tomaron asiento y platicaban con caras de preocupación y luego sonrieron acercándose hasta besarse. Creo que debía en ese momento llenarme de celos o darme rabia ya que Dueña aun era mi novia, pero yo amaba a otro y ella para mi era totalmente libre de estar con quien su corazón le dijera. Si ese era el hombre que quería yo no me iba a interponer pero… ¿por qué ella no me había comentado nada de ese asunto?

Regresé a casa y en mi alcoba esperé su regreso para asegurarme que había llegado bien. Escuché sus pasos dirigirse a mí y me apresuré a meterme en la cama para que no me viese despierto. Entró y cerró la puerta, y en momentos, la sentí sobre mi y comenzó a quemar mi piel con el fuego de su cuerpo…fingí despertar.

- Dueña ¿qué haces?

- Todavía lo preguntas, tonto… quiero hacer el amor contigo.

En ese momento pensé "¿Qué está loca?"  Tenía a un hombre al que besó y viene a seducirme…

- ¡¿A qué, se supone, estamos jugando?! - Me enderecé y le dije alejando su desnuda figura.  -¡Hoy no quiero nada, aléjate… no estoy de humor!

Intentó convencerme pero recibió una evasiva similar y cuando vio que comenzaba a molestarme su insistencia.

-Tú ganas, Néstor, me hubiese gustado que me hicieras tan feliz como otras noches.

Fue extraño y confuso pero Dueña tramaba algo y eso si era seguro, ya que habíamos tenido anteriormente escenas como está y eran pleitos cuando no la deseaba, y ahora sin más se aleja…

No podía quedarme así, tenía que saber lo que pasaba. Dueña es una mujer complicada de insaciables deseos…su fogosa y carismática imagen le metían constantemente en problemas.

Dueña, si… esa mujer es todo un reto y quien la conquiste ganara la gloria en vida.

A la mañana siguiente mi desayuno estaba en la mesa, con flores…

Realmente me estaba aterrando y no sólo eso: lavaba mi ropa, planchaba, y su agresividad de fiera estaba situada en la sumisión absoluta…pero sus citas con ese hombre eran constantes, en ocasiones se iban a un hotel de paso y luego llegaba a intentar que me entregase a sus encantos cosa que no aceptaba, realmente, creme que era extraño.

Mientras la observaba regresar, una madrugada, desde mi balcón, vi que la perseguía un hombre, quien le detuvo, me puse en alerta, me coloqué el abrigo cuando me percate de que este la tocaba y babeaba con su boca, y ella de regalada… Eso no lo soporté y bajé encabronado. A él le partí su madre y a ella me la llevé del brazo mientras me maldecía una y otra vez. No me importó y sin decir nada la metí en su recamara y cerré la puerta bajo llave en lo que me deshacía de ese coraje.

Amaneció y ella se había cansado de patear la puerta y quizás se encontraba dormida. Yo seguía molesto fumando en el balcón, viendo los rayos del sol irrumpir en la estancia. Tomé las llaves, abrí su cuarto y me aproximé a su cama…,

Dormía envuelta en su cobertor y con la ropa puesta…le acaricie la cara retirando los rizos de su mejilla, abrió sus ojos mirándome despreciativamente, se enderezó y golpeándome el rostro sorpresivamente me gritó llorando.

-¡¡¡PERRO!!!




CAPÍTULO VI

Trágico Ballet…IV


Cuando acordé ya no lo había visto en la reunión y pensé que
quizá se había marchado olvidando despedirse de mí, sin embargo, dormía profundamente
en mi cama; Avancé unos pasos tras cerrar la puerta y la alcoba oscureció
eliminando toda visibilidad. No quería perturbarle con la luz de una lámpara
así que encendí una vela, la coloqué en una esquina de manera que todo tomara
una tenue forma; me senté en un pequeño sofá situado frente a la cama, subiendo
mis pies abracé mis rodillas y lo contemplé con una mirada asaltada por un
millar de visiones repetitivas del momento en que me decía de su matrimonio.
La relación con su novia era a mis ojos extremadamente
sencilla, por ese motivo jamás pensé que llegarían a una decisión de esa
magnitud. Yo trataba de enamorarle demostrando lo mejor de mí, pero el tonto no
lo notaba, ni tampoco que sólo a él le brindaba la más agradable de mis
sonrisas. Fugitivas mis lágrimas huían de mis ojos dejando un sendero húmedo en
mis mejillas, me apresuré a secarlas puesto que nublaban su imagen. Noté como
se acurrucaba entre sus brazos, pues la noche era fría, y sin dudarlo fui por
el cobertor mas cálido que tenía y le arropé lo mejor posible. Se relajó
acomodándose delicadamente en la cama, en tanto que yo… ya no resistía. Decidí
arremeter contra su boca todos mis deseos, mi frustración, mi tristeza y lágrimas…
acaricié su mano suavemente, y con ternura por sobre la prenda cálida, cada
parte de su cuerpo. Su sabor ligero a licor me dijo que no despertaría tan
fácilmente. ¡Solo era un beso! yo lo había soñado ya por bastante tiempo… podía
tomarlo allí, tan fácil, tan espontáneo, tan tierno… pero... ¿Sería eso lo
correcto?

Mientras la pasión inundaba mi lívido, me cuestionaba en lo
correcto e incorrecto de la situación y maldije mis valores porque impedían lo
tocase y alababa mis instintos que resultaron ser más fuertes. Trepé a
horcajadas sobre sus piernas, introduje mis manos bajo su camisa de terciopelo
negro y deleité a mis ojos con el panorama. Pasados unos minutos; y después de
acabarme las caricias en su boca… Sentí como sus brazos me aprisionaban al
tiempo que me correspondía con todo un cortejo de sus labios hacía los míos, de
la manera más deseable que jamás pensé él fuera capaz de poseer o ¿era quizás
así de grande mi amor y ansias por él? pálido por la sorpresa retomé pronto el
sentido sintiendo el vibrar de mi cuerpo, lo acaricie desesperado mientras me
prendía con sus piernas y mordía apasionadamente mi cuello, sus manos
entrelazaban sus dedos en mi cabello.
Por fin estaba allí, en mi cama, deseándome, pidiendo le
tomará, con el mismo desequilibrio y yo, sin duda se lo cumpliría.
Cada movimiento sensual y despiadado me provocaba impulsos
de instintos sexuales desequilibrados, momentos después, parecía que había
llegado a su límite gimiendo sólo suplicas al placer; comencé a despojarle de
su ropa y las cadenas que usaba como decoración de su imagen andrógina y
oscura, le desabotoné su pantalón mientras lo veía recorrer con sus frágiles
dedos su cabello, su rostro, su cuerpo, hasta llegar sus manos a las mías que comenzarían
en cualquier momento a bajar esa prenda que mantenía bien cubierta la entrada a
todos mis deseos pero… todo en un segundo se derrumbó, él lo destruyó con sólo
una frase. Mencionó perdido en la excitación total el nombre que me hace
perezca en los celos, lo vi y me di cuenta que todo el tiempo había estado
dormido, sumido en un sueño insano… y la llamó a ella, el idiota alucinaba
estar teniendo sexo con su prometida, y yo de imbécil.

Tiraba de mis manos compulsivamente para que continuara
hasta llevarle al orgasmo…

-¡¡Hazlo tú solo!!

Le grité aventando sus fogosas manos… me quité rápidamente
de encima, tomé mi gabardina y salí del departamento sin voltear la mirada,
increíblemente lastimado y celoso de las pasiones que ella le despertaba.

Esa noche vagué sin rumbo fijo y con mi mente entre un
recuerdo y otro… él se casaría y quizá yo me quedaría como alguien que amo y
nada mas, no, no lo permitiría yo no sucumbiría, yo había apostado todo por ese
hombre y postré mi corazón a su servicio, aunque me diga mil veces “No”… le
gritaré mil veces éste amor, haré que se de cuenta de toda mi entrega y le presentaré,
compartiéndole mi vida, lo que es felicidad….


domingo, 6 de abril de 2014

Trágico Ballet…III



- ¿A qué se debe tu visita, Néstor? – Interrogó la puta en la entrada de su casa.

- A lo mismo que la última vez, con la diferencia de que ésta es definitiva.

- Si lo dices por Jimmy… es él quien no me quiere dejar y es con él con quien deberías de hablar.

- La verdad, por una vez en tu vida, se a decidido a asomar por tu boca pero en realidad es por el rostro de Jimmy por lo que vengo, y por otras tantas agresiones de las que él no se a atrevido a comentar.

- ¿Has venido porque él no es lo suficientemente hombre para detenerme…?

- No, he venido para decirte que “¡¡Te partiré la madre si vuelves a tocarlo!!”  - Ella me levantó la mano como una fiera por mis palabras pero frustre el intento.  - Nunca nadie me ha golpeado y jamás permitiría que tú fueses la primera.

Se sacudió violentamente logrando zafarse de mí, yo no tenía más que decir, así que me di la vuelta mientras escuchaba su despedida.

- ¡Esta humillación me la cobro! ¿Me escuchas? ¡¡¡ME LA COBRO!!!

Sin voltear le dediqué una seña obscena y seguí caminando…Tal vez hice mal en meterme en la vida de mi amigo, pero se que me comprenderías si conocieras lo tierno, tímido y buena persona que es; tanto que te da coraje que lleguen vividoras como esa a enamorarle el corazón, pero supongo que debió verle algo aparte de sus bien definidas curvas y su cabellera larga que compite en color con el ébano. No terminé de descifrar ese misterio cuando mi mirada le aviso a mi corazón de la presencia de lo deseable…sí, era Kastronovo, platicaba con algún conocido, no se había percatado de mi presencia así que sólo me quedé allí, bajo los rallos del sol que caían tibios a esa hora de la mañana, que le daban brillo a su cabello negro y me permitían apreciar perfectamente su sonrisa, pude haber llegado, pero recordé que por la noche nos quedamos de ver.

El tiempo era terriblemente cruel al avanzar tan lento, pero me tuvo piedad y llegó la hora. Allí estábamos todos, bebiendo y albureando a lo descarado, y yo sin perderle de vista hasta que Dark Poet se lo llevó al baño; cuando salió; lucía un vestido negro increíblemente femenino o quizás, él lo hacía lucir de tal manera, tomó una botella y usándola de micrófono comenzó a entonar una canción dónde la sensualidad se convertía en su ciega esclava. Como ansíe poseerlo en ese instante.
Despiadado, se viró hacia mí y me dedicó hasta el último de sus movimientos. Deseé estar muerto para evadir ese mar de sensaciones. Me hallaba sentado en el piso con la espalda contra la pared, cuando sentí el fin, no me podía resistir al instante en que levantó su vestido y lentamente, a horcajadas, se sentó en mis piernas mientras se acariciaba los labios… Mi mente enloqueció, mis oídos se cerraron a ese escándalo que tenían los chicos por el show. Entonces pasó… sólo escuchaba su voz, lo tomé de los brazos y él se aproximó a mí cerrando los ojos y balbuceo dos palabras pausadamente:

–Me… -Yo codiciaba llegar a sus labios y él parecía tan dispuesto; cuando escuché la segunda palabra: – ¡Ca... so…!

Detuve mi trayectoria estrepitosamente, él la siguió. Realmente no se dirigía a mi boca si no a decirme eso al oído. Como si hubiese fallecido con ese golpe, dejé resbalar mis manos por sus brazos, hacía el suelo, liberándolo de mi yugo…Se puso de pie para gritárselo a los demás y así seguir la fiesta. Esa era la razón por la cual nos mandó llamar. Mi rostro cambio de sorpresa a enojo y azotando una botella contra la pared exclamé con furia. -¡¡Maldita perra Suerte!!

Me salí del local respirando exaltadamente y conteniendo al límite mis lágrimas que, al no permitirles la salida parecían inundar mi interior mandando al infierno mis ganas de vivir. De pronto sentí sus manos en mi pecho y en mi espalda, mientras Dark y Jimmy observaban sorprendidos.

-¿Néstor que te pasa?

Mi pensamiento le reprochaba silenciosamente: “¿Y todavía me lo preguntas? ¿Qué no te das cuenta que asesinaría al Diablo por ti, imbécil? ¡Date cuenta que eres mi único dueño! ¡Observa el esfuerzo que estoy haciendo para no llorar delante de ti!… ¿Qué no te das cuenta que te amo?”

Pero mi boca le dio otra versión:  

- Disculpa… es que… Olvidé entregar un trabajo importantísimo, así que mejor me voy.

- Güey no te vayas, hoy es un gran día para mí y quiero festejar con ustedes.

- ¡¡… Es que…!!

- ¡Nada! deja todo para luego, hoy debes de acompañarnos.

Su insistencia fue persuasiva y accedí con la condición de continuar el festejo en mi casa, de esa manera podría perderme en alguna habitación a tratar de consumir ésta agonía. Habían invitado a otras personas así que éramos alrededor de 20, todo parecía la representación de la diversión y la alegría....

Dark se retiró temprano ya que tenía compromisos en su casa y esos nunca solía ignorarlos o dejarlos para otra ocasión. Así, uno a uno se fueron marchando al irse consumiendo la noche, Jimmy se quedó en mi casa. A través de la tenue luz que iluminaba el desastre después de una velada como ésta, me dirigí agotado a mi alcoba y al abrir la puerta, la claridad que entraba detrás de mí ilumino mi cama… y en ella… a Kastronovo.